Los perseguidos por el régimen iraní encuentran una vía de escape en el Kurdistán iraquí | Internacional
Asrin Mohammadi, originaria de Bukan (Kurdistán iraní), sujeta con fuerza el colgante redondo con la foto de su hermano Shariar. Teherán lo tenía en el punto de mira porque desde hacía años participaba regularmente en protestas organizadas por la situación económica o por los derechos humanos en Kurdistán. Un día, mientras las protestas por la muerte de la joven kurda iraní Mahsa Amini salían a las calles mientras estaba bajo custodia policial, un mensaje de texto le informó de la muerte de su mejor amigo, Mohammad. Tras recibir la noticia, Shariar fue al hospital y preguntó por él. Nadie quiso…