Este 9 de mayo, la ciudad de Madrid fue escenario de la entrega de la quinta edición de los Premios Internacionales de Movilidad. Un certamen que celebra las propuestas más destacadas y transformadoras en el ámbito de la movilidad sostenible, reuniendo a representantes institucionales, técnicos y académicos para reconocer proyectos ejemplares que están marcando el rumbo hacia un modelo de transporte más limpio, equitativo y eficiente.
Más de cien propuestas se inscribieron en esta edición, provenientes de variados entornos y sectores, todas ellas compartiendo un objetivo único: participar activamente en la reducción de carbono en el transporte y elevar la calidad de vida a través de soluciones sostenibles e innovadoras. Un panel de jueces, conformado por especialistas de distintas áreas, eligió trece ideas que sobresalen por su elevado potencial de impacto, su capacidad de ser replicadas y su coherencia con los principios de eficiencia energética, innovación tecnológica y cohesión territorial.
Uno de los premios más importantes fue entregado al proyecto ProMEC de Cabo Verde, que fue honrado con el Premio Especial Internacional. Esta iniciativa fomenta la movilidad eléctrica como una opción sostenible y estratégica para disminuir la dependencia energética del país y reducir de manera significativa las emisiones contaminantes. Solo durante el mes de marzo de este año, este proyecto consiguió evitar la emisión de aproximadamente 20.000 toneladas de dióxido de carbono, demostrando su gran impacto positivo en el medio ambiente.
En el ámbito nacional, el Consistorio de Madrid recibió un reconocimiento en la categoría de grandes ciudades por su programa “Anda Madrid”. Esta iniciativa ha cambiado el entorno urbano al convertir más de 80.000 metros cuadrados en zonas peatonales, lo que ha ayudado directamente a cumplir con la Directiva Europea de Calidad del Aire, un objetivo no logrado en décadas.
Por su parte, el Consell Comarcal del Moianès, en Cataluña, recibió el reconocimiento como municipio mediano-pequeño. Su aportación ha sido clave para facilitar el acceso al transporte público en zonas rurales, gracias a la elaboración del primer mapa comarcal de movilidad sostenible, que ofrece información unificada y accesible para los ciudadanos.
También se premió el avance en soluciones tecnológicas aplicadas al transporte. La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid fue reconocida por su sistema de recarga inteligente para autobuses eléctricos, una innovación que permite optimizar los tiempos de carga y el uso energético. Asimismo, un estudio coordinado por una firma energética europea, en colaboración con universidades del continente, fue distinguido por su investigación sobre la flexibilidad energética doméstica como palanca para acelerar la transición hacia un sistema energético renovable.
El involucramiento social también tuvo su lugar. Una organización sin fines de lucro fue premiada por su esfuerzo “Bicicletas para la vida”, un proyecto benéfico que recicla bicicletas con la colaboración de personas con capacidades diferentes, para entregarlas a grupos desfavorecidos. Esta iniciativa no solo apoya la inclusión social, sino que también impulsa el uso de transportes ecológicos.
Distintas iniciativas notables incluyeron: un triciclo para reparto urbano diseñado por una compañía de Cataluña, un sistema para el intercambio acelerado de baterías creado por una firma del sector automotriz, un centro solar innovador para recarga de vehículos eléctricos, y la planificación completa de movilidad desarrollada por una universidad en Madrid. Además, se destacó el apoyo al liderazgo de mujeres en la industria, una flota de vehículos impulsados por biometano e hidrógeno, y el proyecto VIVe, que fomenta un servicio de carsharing rural completamente eléctrico en áreas con baja densidad de población.
Estos premios tienen como objetivo principal dar visibilidad a proyectos que sirvan como modelos de inspiración y cambio, tanto para entornos urbanos como rurales. Se busca así impulsar una transformación profunda del sistema de movilidad, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los compromisos internacionales en materia de acción climática.