Rubén Sánchez Trigos, oriundo de Madrid desde 1979, ha llegado a ser una figura prominente en el ámbito del terror en España. Con cuatro libros publicados, también es guionista y ensayista, logrando fusionar influencias clásicas y modernas, pero siempre con un estilo único que lo distingue. Su más reciente novela, «Vuelve a mí», incorpora componentes de la literatura gótica, relatos sobre zombis y una crítica social profunda, reafirmando su posición como una de las voces más significativas en la literatura contemporánea.
Muertos vivientes, tenacidad y análisis social
«Vuelve a mí» es descrita como una amalgama de influencias que van desde Cementerio de animales
hasta El Departamento del Tiempo
. La historia relata la vida de Silvia, una chica que se da cuenta de su poder para revivir a los difuntos y queda involucrada en un sistema empresarial que utiliza a los zombis como trabajadores. Mediante esta historia, el escritor critica las jerarquías de autoridad y el determinismo social que restringen las posibilidades de las personas: «Deseaba expresar que, si naces en determinadas condiciones, tienes muy pocas opciones para alterar tu destino».
Sánchez Trigos encuentra en los zombis una metáfora poderosa. Según él, su «absoluta determinación» y la incapacidad de ser detenidos los convierten en una representación del tiempo y de la inevitabilidad de ciertos procesos. Esta fascinación con los muertos vivientes no es nueva para el autor, quien ya había explorado el tema en su tesis doctoral sobre el zombi en el cine español, así como en su ensayo «La orgía de los muertos».
Estilos distintivos y sus influencias
El autor reconoce su admiración por escritores como Stephen King, a quien considera no solo un referente literario, sino también un fenómeno de la cultura popular. Sin embargo, también señala que su propia obra busca una conexión diferente con los lectores, adoptando un enfoque más cercano a la realidad social de su entorno: «Yo escribo sobre el mundo que habito. No hace falta reivindicarlo, simplemente está ahí».
Sánchez Trigos fusiona en su prosa un manejo sin inhibiciones del habla cotidiana y un formato narrativo que evoca a los autores clásicos del estilo gótico, similar a las misivas de Drácula
. Este enfoque le permite construir historias que resultan verosímiles, incluso dentro de las premisas más fantásticas. «El objetivo es que el lector dude de sus propias convicciones y, a través de esa verosimilitud, llegue al miedo».
Una extensa travesía en el horror
Aparte de su trayectoria como escritor de novelas, Sánchez Trigos ha trabajado en los guiones de filmes como «Viejos» y «Verónica», esta última bajo la dirección de Paco Plaza, uno de sus grandes colaboradores. Estas vivencias en el ámbito del cine han impactado su estilo narrativo, dotándolo de un marcado enfoque visual y una cadencia propia del cine de terror.
Respecto a las influencias en su obra, el escritor subraya a dos autores importantes: Benito Pérez Galdós y Emmanuel Carrère. De Galdós valora su habilidad para retratar el idioma popular y representar la vida diaria, mientras que de Carrère aprecia la simplicidad aparente de su escritura, que considera muy poderosa.
El terror como vehículo para explorar la realidad
La obra de Rubén Sánchez Trigos demuestra que el terror puede ser mucho más que un género de entretenimiento. A través de sus historias, el autor explora temas como la explotación laboral, el abuso corporativo y las desigualdades sociales, utilizando elementos fantásticos para iluminar aspectos oscuros de nuestra sociedad.
Con «Vuelve a mí», Sánchez Trigos no solo consolida su lugar como uno de los grandes autores de terror en España, sino que también redefine lo que significa escribir sobre el miedo, convirtiéndolo en una herramienta para la reflexión y el cambio. Su capacidad para combinar lo sobrenatural con lo cotidiano lo posiciona como una voz única en el panorama literario, una que merece ser escuchada tanto en España como fuera de sus fronteras.