sábado, julio 27

Girona-Real Sociedad, silencio en el marcador, ruido en el terreno de juego | Fútbol | Deportes

Primero dominó el Girona, luego la Real Sociedad. Pero no hubo manera de romper el silencio en el marcador. Un 0-0 insuficiente para el Girona en el enfrentamiento con el Real Madrid por el título, también para la Real Sociedad, que sólo ha ganado uno de sus últimos siete partidos en Liga. No fue insuficiente para el fútbol. Un partido tan divertido como intenso, que acabó con Míchel temprano en el vestuario y con los rojiblancos señalando al VAR tras un gol anulado por fuera de juego a Yangel Herrera en la primera parte.

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Gazzaniga, Miguel Gutiérrez, Eric García, Daley Blind, Yan Couto, Aleix García (Jhon Solís, min. 80), Sávio, Iván Martín (Pablo Torre, min. 70), Tsygankov (Valery Fernández, min. 79), Yangel Herrera y Portu (Stuani, min. 70)

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R. Sociedad

Remiro, Zubeldia, Álvaro Odriozola (Jon Aramburu, min. 3), Javi Galán, Jon Pacheco, Beñat Turrientes (Merino, min. 52), Martín Zubimendi, Sheraldo Becker (Barrenetxea, min. 52), Oyarzabal (undefinido, min. .93), Brais (Jon Ander Olasagasti, min. 86) y André Silva (Sadiq, min. 86)

Objetivos

Árbitro Jesús Gil Manzano.

Tarjetas amarillas Beñat Turrientes (min. 21), Alguacil (min. 46), Zubeldia (min. 63), Yangel Herrera (min. 87) y Daley Blind (min. 97)

tarjetas rojas Sánchez (min.88)

Si la Premier League se insinúa en las televisiones de todo el mundo, creando una auténtica Superliga, repleta de superestrellas y superentrenadores, España conserva dos tesoros sin mucho ruido ni glamour: uno, en San Sebastián; el otro, en Girona. Y cuando se enfrentan, el resultado sólo puede ser un partido tan eléctrico como táctico, sustancialmente bien jugado. Desde el principio, la Real mostró los dientes. En cuanto el Girona puso en marcha el balón, los chicos de Imanol salieron disparando para morder a los rojiblancos. Míchel aceptó el duelo uno contra uno en toda la pista diseñado por Imanol. A cambio, para evitar la presión aplastante de la Real, el Girona optó por la movilidad de Portu en lugar de Stuani para sustituir al lesionado Dovbyk.

Ni siquiera la lesión de Odriozola, cuando el duelo se hacía sentir, provocó que la Real descendiera. Ni siquiera el trabajo que acumula en sus piernas, líder de grupo en la Champions (el PSG le espera en octavos), en semifinales de Copa (el Mallorca lo espera), sigue aferrado a Europa. Lugares en el campeonato. Pero el Real nunca se queda sin gasolina. Y el Girona lo intentó, siempre con el balón como cuchillo. Sin embargo, aunque Yangel Herrera y Aleix García consiguieron frenar a los móviles y esquivos Oyarzabal y Brais Méndez, el Girona tuvo dificultades para romper la defensa txuri-urdin. De hecho, hubo que esperar hasta el minuto 15 para encontrar a Remiro tras una falta directa de Tsygankov.

No hubo ruido en las porterías, pero sí en el terreno de juego. Girona y Real compartieron el ritmo, pero fueron los rojiblancos quienes se hicieron con el dominio del partido. Así, ante la precisión en la velocidad del Girona, la Real sólo tuvo que frenar a los rojiblancos con faltas (14 en la primera parte; 19 en total). Fue, como casi siempre, Savinho quien animó a los gerundenses en Montilivi. Una bonita jugada del lateral acabó con el balón en la red tras una entrada de Yangel Herrera. Sin embargo, tras seguir el consejo del VAR, el árbitro anuló el gol del centrocampista por fuera de juego 37 segundos antes. La misma suerte, en cualquier caso, corrió la portería de Oyarzabal tras un terrible despeje de Gazzaniga.

El Real Madrid no estaba dispuesto a dejarse llevar en Montilivi. Al menos, Imanol no iba a ponerle las cosas fáciles a Míchel. Tras su paso por los vestuarios, la Real no sólo entró en el césped del Girona, sino que paró con el balón cerca del área de Gazzaniga. El balón ya había cambiado de dueño en Montilivi. Pero el duelo no disminuyó. Y mientras Imanol ya había hecho tres cambios cuando el cronómetro marcaba 52 minutos, Míchel dejó pasar más de una hora para sacudir el once: Pablo Torre y Stuani por Iván Martín y Portu. Nuevo proyecto del técnico, ahora sin el balón como brújula, porque ahora quería un 9 clásico como Stuani.

El uruguayo no apareció, aunque apareció Remiro para volver a silenciar a Yangel Herrera. Previamente, en el otro arco, Gazzaniga había destacado ante Brais Méndez. Después de que Barrenetxea asustara y asustara a la defensa rojiblanca, al final del duelo fue Yan Couto, también por banda, quien atacó el área de la Real. No hubo ningún caso. Ni para la Real ni para el Girona.

A los de Míchel no les queda más remedio que rezarle a Simeone a la espera de visitar la próxima semana al Real Madrid, el único equipo ante el que han perdido en Liga y el único al que están por delante en la clasificación liguera.

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