Grifols no convence a los analistas y el precio vuelve a desplomarse un 16% | Economía

Grifols no convenció al mercado tras la reunión que sus principales ejecutivos mantuvieron el jueves con analistas financieros para defenderse del informe de Gotham City Research, en el que el fondo denunciaba las prácticas contables del grupo catalán para disfrazar sus cuentas y ocultar su elevado endeudamiento. . El presidente de Grifols, Thomas Glanzmann, negó todas las acusaciones sin aportar ninguna prueba relevante que sustente tal desmentido. Al menos así lo entendió el mercado que, nada más finalizar la conferencia, castigó duramente el precio que había abierto con ligeras subidas en la apertura de la Bolsa. Sin embargo, al cierre de la sesión del martes, las acciones de Grifols perdían un 16,17%, hasta 9,90 euros.

Glanzmann desveló que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha dado a Grifols un plazo de 10 días naturales para aclarar una serie de cuestiones relativas a su situación financiera tras el informe Gotham. El regulador del mercado envió ayer una solicitud a la compañía planteando una serie de cuestiones sobre las que Grifols no quiso profundizar. «Responderemos lo antes posible», afirmó el ejecutivo, que ocupa desde hace un año la presidencia de la farmacéutica. El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, ya había anunciado el pasado martes, nada más conocerse el informe bajista del fondo, que el organismo «ejercería sus competencias para aclarar la situación». “No tiene sentido cuestionar la calidad de las cuentas auditadas de Grifols ni ignorar la información publicada esta mañana, la incorporaremos a nuestros procesos. “Nos hemos puesto en contacto con la empresa y nos pondremos en contacto con ustedes en los próximos días para recabar más información con el objetivo de aclarar esta situación”, indicó a continuación.

El papel de Scranton

El ultimátum de la CNMV fue uno de los pocos datos relevantes que aportó Glanzmann en su reunión con analistas. Respecto a la principal queja de Gotham de que Grifols utilizó a la firma de inversión holandesa Scranton Enterprise para ocultar sus deudas, Glanzmann señaló que la firma no es simplemente una Oficina familiar de Grifols como afirma el fondo, ya que «hay 22 inversores y sólo tres son miembros de la familia Grifols, que posee el 20% de la compañía». La otra conexión admitida es que Scranton es el propietario a quien la farmacéutica paga el alquiler de su sede en Sant Cugat del Vallés (Barcelona). En 2018, la farmacéutica catalana vendió a Scranton dos empresas de centros de plasma sanguíneo (Haema y BPC) que había comprado sólo unos meses antes, pero siguió consolidando ambas empresas en sus cuentas para incrementar su beneficio bruto (ebitda). y reducir su ratio de apalancamiento.

De todos modos, los directivos de Grifols han hecho saber a los analistas que no tienen intención de cambiar su relación con Scranton ni de ejercer la opción de recompra sobre BPC y Haema que dicen tener. El director financiero, Alfredo Arroyo, cifra la aportación al EBITDA de las dos compañías entrevistadas por Gotham en 30 millones, el 2% del total. Tampoco dio detalles sobre sus planes para refinanciar su elevada deuda de más de 8.000 millones, más allá de destinar los 1.600 millones que recibirá por la venta del 20% de Shaghai Raas a Haier. Respecto a esta operación, han indicado que «no corre riesgo» y esperan poder cerrar la operación, tal y como estaba previsto, en la primera parte de 2024.

Los directivos de Grifols aprovecharon la reunión con analistas para volver a atacar a Gotham, acusándola de utilizar información de forma distorsionada o falsa con el único fin de ganar dinero. Una acusación que no desanimó al fondo que, a través de la red X, volvió a denunciar que tanto Grifols como Scranton siguen consolidando en sus cuentas a BPC y Haesma para engordar sus cuentas.

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